La muerte de un «viejo conocido de la infancia», que no amigo, hace revivir en el protagonista, del que desconocemos el nombre, todo un mundo de recuerdos infantiles y sentimientos, entre los que el miedo, el silencio y el desamparo se manifiestan con toda su crudeza. Pero este es solamente el hilo conductor que enlaza las historias de un amplio coro de personajes, mediante las cuales el autor nos seduce describiendo con certeras pinceladas la época que les ha tocado vivir.
Los últimos coletazos de la posguerra en una zona rural cualquiera de nuestro marco geográfico son el escenario en el que se desarrollan los retazos de una historia infantil que nos adentra en un entramado de hechos, vivencias y evocaciones en el cual aparecen temas de carácter universal como el bulling, la corrupción, el miedo, la pobreza, el servilismo?
La importancia de esta novela, tanto o más que el propio argumento, reside en el peculiar estilo con que el autor va desgranando los diversos elementos, que nos introduce de manera poética y espectacular en un mundo en el que el miedo campa a sus anchas. Brillantísimas descripciones cargadas de poesía y de sugerencias intangibles llevan al lector a un mundo de derrotas surcadas por el miedo y el desamparo, hasta dejarle sin aliento.
Es una novela que no se agota con una sola lectura; la relectura de los hermosos párrafos que encontramos continuamente permite que nos deleitemos con cada una de sus páginas hasta llegar al desenlace final.