NO LOS SEPARÓ LA MUERTE.

NO LOS SEPARÓ LA MUERTE.. FELIPE Y MARY BARREDA. ESPOSOS CRISTIANOS QUE DIERON SU VIDA POR NICARAGUA. USADO

Editorial:
SAL TERRAE
Año de edición:
ISBN:
978-84-293-0706-1
EAN:
9789200297656
Código:
29765
Páginas:
256
Encuadernación:
Rústica
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Cubierta deslucida. Arrugas en el lomo.

"Nicaragua, tan violentamente dulce...". Así vieron los ojos de Julio Cortázar a este país y a su gente.


"Entre cristianismo y revolución no hay contradicción", se afirma, se grita, se vive y se prueba en Nicaragua. Nicaragua, tan cristianamente revolucionaria, tan revolucinariamente cristiana...


Para algunos, ésta será una consigna más lanzada a los aires de la propaganda por un gobierno totalitario que, en su afán de dominio sobre la vida de inermes ciudadanos esclavizados, ha irrumpido también en el sagrado campo de la conciencia para imponer allí una "nueva religión" una fe atea que manipula a Dios y a Cristo en su propio interés.


Para otros, esta consigna no será más que un ideal utópico, un imposible puente de palabras fáciles que pretenden unir lo que históricamente es irreconciliable, porque el cristianismo termina siempre corrompiendo sus esencias y traicionando al pueblo, o la revolución termina siempre necesitando de mecanismos de control para defenderse del "opio" religoso, que aporta a los hombres de los necesarios cambios estructurales.


Los unos no van a convencer a los otros. Ni los otros a los unos. Menos aún si las herramientas -o armas- que emplean para esa tarea son teorías necesariamente llenas de prejuicios, o experiencias de otros países, de otros tiempos, rememoradas con la convicción de que "la historia se repite" o que "no hay nada nuevo bajo el sol".


La mejor teología es la narración. Y el mejor argumento es siempre la vida. Aquí hay una vida. O mejor, dos vidas, pero tan unidas que "no las separó la muerte". Felipe y María Eugenia: esposos, padres, ciudadanos de Nicaragua, vecinos de la ciudad de Estelí, cristianos y revolucionarios, mártires de su fe y de su compromiso político.


Que estas páginas despierten a prejuiciados y dominos en la Iglesia, sirvan para superar contradicciones y nos ayuden a entender qué es lo que está en juego en esta Nicaragua, tan maduramente tierna.