No deja de ser un espléndido regalo el ofrecer una nueva idea, una palabra de consuelo, un reto, un rayo de esperanza... para cada día del año. Justamente esto es lo que nos ofrece este nuevo libro de John Powell según un esquema en cuatro partes: (hacerse persona; hacerse una persona amante; lograr comunicarse; llegar a ser creyente) entrelazados hábilmente a lo larto de cada estación del año: primavera, verano, otoño e invierno, las estaciones del corazón.
Confiesa el propio autor que, cuando leyó la versión final del libro, llegó a ruborizarse, porque era dolorosamente consciente de las discrepancias entre lo que decía y su modo de vivir. Su conciencia le decía: "Si estás verdaderamente convencido, ¿por qué no lo pones en práctica mejor?" Era consciente, por tanto, de la necesidad de advertir al lector que los ideales presentados en esta selección son para él precisamente eso: ideales. "Desgraciadamente, no los he hecho realidad. Pero, como el lector verá en las páginas siguientes, le ruego que se apaciente, porque "Dios aún no ha acabado conmigo"".
JOHN POWELL ha publicado en esta misma colección: ¿Por qué temo decirte quién soy? (11ª ed.); Plenamente humano, plenamente vivo (4ª ed.); El verdadero yo; ¡en pie! (2ª ed.); El secreto para seguir amando (2ª ed.); y El enigma del yo.
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